A través de 16 sesiones de trabajo sistemático, la Red de Convivencia escolar de Cabildo desarrolló herramientas clave en salud mental y medidas formativas, potenciando la colaboración entre escuelas del territorio.
Cabildo, noviembre de 2025.— Tras un proceso de acompañamiento sostenido de dos años, la Red de Convivencia Educativa de Cabildo ha finalizado un ciclo clave orientado a robustecer las capacidades de los equipos directivos y de gestión. Esta iniciativa forma parte del programa “A Convivir se Aprende”, impulsado por el Ministerio de Educación y ejecutado en la región por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
El trabajo en Cabildo se caracterizó por un enfoque técnico y práctico, donde 16 sesiones de red permitieron a las escuelas pasar del diagnóstico a la creación de productos concretos para mejorar la convivencia en sus aulas.
Herramientas para la gestión y la formación
Uno de los principales logros de esta red fue el desarrollo de una guía paso a paso para la implementación de medidas formativas. Este recurso permite que cada establecimiento pueda abordar los conflictos de manera organizada, pedagógica y pertinente a su realidad local, alejándose de visiones meramente punitivas.
Además, ante las necesidades detectadas en el territorio, la red priorizó la formación en:
- Prevención del riesgo suicida: Capacitaciones específicas para detectar y actuar a tiempo ante situaciones de crisis de salud mental.
- Bienestar socioemocional: Estrategias para cuidar la salud mental de los equipos educativos y de los estudiantes.
- Alianzas Estratégicas: La consolidación de un sistema de apoyo mutuo entre escuelas para compartir recursos y soluciones ante problemas comunes.
Sostenibilidad y autonomía territorial
El programa ha permitido que los sostenedores y equipos de gestión de Cabildo no solo adquieran conocimientos, sino que establezcan una red de confianza que trasciende la duración del acompañamiento universitario. La creación de estas alianzas estratégicas ha sido fundamental para que la comuna desarrolle una autonomía creciente en la resolución de sus prioridades de convivencia.
«El objetivo ha sido fortalecer las habilidades para abordar la violencia y favorecer el bienestar. Hoy las escuelas cuentan con un camino trazado y capacidades instaladas para seguir trabajando de manera colaborativa», señalaron desde el equipo del programa.
Esta intervención es liderada en la región por el Centro de Investigación para la Educación Inclusiva y el Programa de Apoyo a la Convivencia Escolar (PACES) de la PUCV, reafirmando el valor del trabajo en red como motor de cambio para la educación pública.


















